mataHambre, plataforma de creación colectiva, desarrolla iniciativas que abordan la comida como un rito de encuentro. Desde las semillas, pasando por la distribución de los alimentos, su cocción o transformación, hasta la disposición final de los residuos, proponemos y experimentamos posibles alternativas que renueven nuestras relaciones sociales y alimentarias. Somos un equipo múltiple y en flujo constante, siempre inquietos a nuevos encuentros y desarrollando proyectos independientes de forma colaborativa.
MataHambre es cocinar, hablar y comer.
Buenos Aires, junio 2014
contacto
manifiesto mH
Basados en nuestro común interés por la cocina, exploramos potenciales herramientas de contestación en las múltiples prácticas culinarias cotidianas. Entendiendo la importancia de la comida en los juegos de poder actuales, desarrollamos proyectos micro-políticos como forma de resistencia. Al poner como primordial la autonomía financiera de cada proyecto, buscamos posibles economías informales o paralelas al mercado dominante.
Así, buscando generar dinámicas autosustentables, construimos desde lo mínimo, trabajando más con organización en red que con inversión. Vemos la cocina como una forma creativa, produciendo conocimiento más que objetos. Esta producción inmaterial se compone de red y rizoma humano, donde el enlace entre un proyecto y otro permite que se alimenten mutuamente.
Vemos nuestras iniciativas como puentes sobre las fronteras entre el campo y la metrópolis, entre barrios de clases distintas, entre personas con diferentes tradiciones culturales. De modo sencillo, proponemos contra-narrativas a las ficciones dominantes, siempre mediante la relación con los alimentos, en los enlaces sociales o en las conexiones culturales.
MataHambre desarrolla proyectos como formas de experimentar desde la práctica situaciones locales y particulares. Trabajamos haciendo antes de analizar, teniendo confianza en nuestro instinto. Eso evita imponer una fuerte mirada pre-definida y nos permite enfocarnos en el hecho, la experiencia y las personas. Los proyectos se hacen desde los participantes, aprovechando los conocimientos, formaciones y sensibilidades de cada uno, siempre abiertos a la contradicción y el debate.
Los participantes se suman libremente a cada iniciativa creando un rizoma de colaboradores. Coherentes con este proceso de libre intercambio, utilizamos licencias libres inspiradas en la cultura hacker (creative commons by-sa).