Mas que dar un taller, compartimos momentos de alegría y espontaneidad. Los niños que nos acompañan en el comedor La esperanza de la Villa 31 dos domingos al mes, amasan y cocinan una variedad de galletitas que ningún panadero imaginaría, nosotros observamos asombrados, los guiamos y les contamos un poco sobre los ingredientes. Ahora ellos conocen y cocinan con jengibre, anís estrellado, chocolate «de verdad», zanahoria y canela.
Al salir del horno nos disponemos a degustar entre todos y tomar un té, galletitas de todos los tamaños, formas y sabores endulzan la tarde y juntan alrededor de una mesa a nuevos amigos, panaderos innatos y algunos adictos al dulce.